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El potencial de inóculo es una medida que refleja la cantidad de esporas del hongo responsable del repilo presentes en el ambiente. Las esporas son causantes de las infecciones en el olivo. Si hay muchas esporas en el ambiente, existe un mayor riesgo de que se produzcan infecciones.
A partir del 16 de septiembre de 2024, se observó un aumento gradual en el potencial de inóculo. Aunque el valor es relativamente bajo a mediados de septiembre (alrededor de 0.2), comienza a crecer conforme nos acercamos a finales de mes y principios de octubre, superando 0.4 hacia el 30 de septiembre.
Los eventos infectivos se refieren a momentos en los que las condiciones ambientales, como la humedad y la temperatura, permiten que las esporas del hongo puedan dispersarse y establecerse en las hojas del olivo, iniciando el proceso de infección.
Dispersión: Se registra un bajo evento de dispersión el día 23/09, lo que indica condiciones de lluvia escasa y baja dispersión de esporas.
Infección: No se detectan infecciones graves en este período, lo que indica que aunque ha habido dispersión de esporas, las condiciones ambientales probablemente no han sido las óptimas para que se produzca una infección.
Severidad de la Infección: No se observa una severidad significativa de la infección en lo que llevamos de mes.
Riesgo Infectivo Acumulado
El riesgo acumulado de infección se ha mantenido bajo y estable desde principios de septiembre, con la línea de riesgo en color verde. No se han registrado incrementos hacia los niveles moderados o altos, lo que significa que la presión de la enfermedad ha sido mínima en este período.
El Repilo es una enfermedad producida por el hongo Spilocaea oleagina que afecta a los olivos. Se manifiesta principalmente en las hojas con la aparición de manchas circulares de color marrón rojizo rodeadas de un halo amarillento. Estas manchas pueden unirse y provocar la caída prematura de las hojas.
El Repilo se desarrolla favorablemente con temperaturas suaves y humedad ambiental alta. Los períodos lluviosos de principios de primavera y otoño favorecen la dispersión de las esporas del hongo y la infección de las hojas. Las noches frías y los rocíos abundantes también promueven la enfermedad.
El Repilo disminuye la capacidad fotosintética de la planta al reducir la superficie foliar sana. Esto se traduce en una menor producción de aceitunas. Si el ataque es intenso puede provocar la muerte de ramas e incluso de árboles enteros. Además, las aceitunas de árboles con repilo suelen ser de menor calidad con menor contenido de aceite. La enfermedad también debilita a los árboles haciéndolos más susceptibles a la invasión de otros patógenos.